Tú todos los días

Descripción de la publicación.

10/4/20251 min read

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Tú todos los días

Por lo regular tenemos
lunes de guerra
con un color de cárcel,
sin embargo no queremos salir
de esta misma;

día de color blanco y negro,
jugos falsamente rejuvenecedores
para ti
y café realmente negro
para mí,
así arrancamos nuestro día:

una combinación de dos cuerpos
que no la recuerdan
para poder separarse de ellos mismos,
una pizca de un día muy tuyo
y un día muy mío,
agotados con ojeras
que acarician el suelo.

Nos quedamos de ver en el sillón,
y hasta que algún contrincante
quede plenamente noqueado,
conducirlo a las cuatro esquinas
que usamos como refugio.

La resaca la tiene nuestro lunes
y el martes empezamos a florecer.

Imposible creer
que las personas de ayer
son las que hoy,
por segunda vez en el día,
cantan en la ducha;
y que además hay un “te amo”
por cada gota que sale del grifo,
un tercer pulmón
para poder alcanzar la nota más alta,
y en el cuarto
darte un beso más largo.

Cinco los mensajes
que me dejó tu madre
preguntándome
por qué no le contestas;
al parecer se nos olvida
que en este planeta
no solo vivíamos tú y yo.

Te diría que seis veces
pensé hoy en ti,
pero es jueves
y ya perdí la cuenta
al verte dormida ayer en mi pecho.

Mi viernes,
tus labios y tu vientre,
qué brevedad la mía,
pero así es como
dos enamorados lo sufren.

Mientras me ves en el ordenador
y tú, rendida sobre la cama
en este domingo de desolación,
escribo esto sin que te des cuenta
y mando una carta de queja
a quien corresponda,
señalando:

“Adiós a los lunes de barricada y domingos grises,
cuéntenme el título de este texto
y sabrán muy bien cómo quedará mi semana”

Ahora duerme, que mañana nos esperará otro calendario.