Trenes

Trenes

Hay personas que dejan de amar
subiéndose a otro tren
sin antes bajarse del que van.

Hay personas que siguen amando
aunque el tren ya partió,
trenes que nunca llegan al destino
y personas que nunca encuentran el camino.

Hay trenes en direcciones equivocadas,
como también hay personas
equivocadas en direcciones.

Trenes que uno no debería tomar,
pero si uno no se equivocase,
¿qué sentido tendrían los momentos bellos?

Hay personas que comparten el tren,
que se bajan al mismo tiempo,
dejando sin rumbo ni dirección
a todos los involucrados.

Hay personas que se bajan antes,
respetando a quien llegó primero.
Hay trenes que ruegan por bajar a sus personas,
y personas que ruegan que el tren se vaya solo.

Hay trenes que nunca se vuelven a ver,
porque llevan personas que no quieren volver,
y dicen que nunca debieras regresar
al lugar donde alguna vez fuiste feliz.

Así sucede en todo tipo de relaciones.
Independientemente de si eres
la persona que va en el tren
o eres el tren de esa persona,

hay que valorar el momento
y saber cuándo subirse a ese tren
y cuándo estar listo
para ser el tren de alguien más.