Sí
Vergüenza da mi memoria
que no te abandona,
abraza a tu persona,
y se queda a tu lado en la alfombra.
Tu sonreír y brillar cambiaron mi sombra,
ahora se ven dos personas juntas al caminar,
que es mucha suerte con la que uno suele andar,
es una química que desborda, un chispazo.
Decirle adios a los portazos,
dar las gracias por volver a enseñarnos a abrazar.
Uno cosecha lo que siembra,
nunca limitamos cuanto creciera,
así llegó a nuestras vidas,
acomodando a dos que se saben comunicar,
Y no hablo necesariamente de hablar,
Una marea que nos lleva,
que nos agita al nadar,
y afirma con lo que te gusta fantasear,
no deja de vibrar esto que cada vez piensas más.
Cuando la mente se aferra,
Y solo desea,
cuando finges la derrota,
y solo esperas que si te enamoras de alguien,
sea de mi, y no de nadie más,
en un futuro no muy lejano,
que pueda ser ya.
Que bonito es verte narrar,
sigue leyendo y no vayas a pausar,
un beso más te he de dar
y una pregunta más tendrás que contestar.
Resumido en 4 palabras,
están girando y no paran de acelerar,
te lo tengo que confesar,
me gustaría que fuéramos algo más allá de “una noche más”.
Te la ha de decir la persona que la pasa en tu mente y que la ves como si fuera un mar,
está aquí a tu derecha y algo te tiene que contar,
estoy seguro que tiene que ver con el titulo de este poema.
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