Mujer de Navidad

Mujer de Navidad

Mujer de Navidad,
de vibrante corazón.

Tu felicidad
es una moneda
imposible de pagar.

Ojitos cafés,
pelo de seda
teñido por algunas canas.

Amaneciendo,
siempre hay bailares en la cocina.
En las noches,
conciertos,
debates de religión,
tropiezos de personas
en la ciudad.

Un plato que siempre habrá
para comer.

Cualquier caballero
quedaría plasmado
ante tal nobleza.

Vistes de primavera
aun en invierno,
y con esa sonrisa
llenarías a cualquier preso.

Mujer de vibrante corazón
que compartes tus dolores de cabeza conmigo;
en mi huida por llevarte tu alivio
mi dolor sana también.

Has sido mi confidente
y mi respaldo
ante cualquier situación.

Cómo no sorprender
a cualquiera
con tanto amor que entregas.

Las cosas deberían ser diferentes:
quisiera entregarte las estrellas,
pero aun así
no me alcanzarían
para pagarte.

Ese caballero que quedó plasmado
soy yo.

Has hecho un gran trabajo conmigo.
Este hombre
hace cartas de enamorado,
abre puertas a las damas,
avienta chamarras los días de lluvia
para darles paso.

Mi mujer de Navidad,
espero que nunca dejes
de ser tan tú.