La última estrella

La última estrella

Lucero,
mi lucero,
te he esperado días,
semanas,
e incluso años.

Las noches se vuelven emboscadas buscándote;
noches en las que uno solo quiere
llegar a su cama
para encontrar una galaxia
al otro lado del colchón.

Lucero,
siento que todas las estrellas se han ido
y la única que me queda
se esconde entre noches de bares,
entre cruces de calles,
en el aroma más bello
que me envuelve en cada esquina
y en cada par de ojos
del que me enamoro.

Lucero,
por astronomía eres la estrella
que cierra la noche.
Ya me he cerrado varios bares,
ya me han cerrado la puerta en la cara
varias veces;
aún no te conozco
pero ya sé cómo serán tus mañanas,
ya vi tu ropa desfilando por mi cuarto
como una escena de crimen
de esos que nunca se confiesan.

Lucero,
espero que pienses en mí
mientras yo te pienso detrás de esta pluma;
que uno de estos días,
en algún lugar que no me atrevo a decir,
te encuentre,
nos encontremos,
y le cerremos la puerta
a todos los bares
de todas las noches.