Instante
Descripción de la publicación.
10/4/20251 min read
Instante
A centímetros,
que se sienten kilómetros
de tu mano con la mía.
La gente nos observa
como si fuésemos
un experimento
para toda la audiencia
que televisa este momento.
La sangre a galope,
desbordándose de mi propia piel.
Los cuerpos echan a andar
dos almas
que ya no están sentadas
en aquellas butacas
de esa sala oscura
donde ninguno de los dos
sabe qué se reproduce
frente a esta torpe pareja.
Hago mala cara
a la planta
que roza con tal facilidad
la hoja más cercana a ella.
Inexplicable
como las manos del viento
tocan tu cuello
y tú encima
sonríes a cualquiera
que pase frente a ti.
La simpleza
con la que una mano
puede atravesar el agua
y permanecer ahí.
Dos leños recargados
esperando ser cenizas
mientras generan calor
en una fogata
que en algún futuro incierto
podría tenernos
como dos enamorados
frente a ella.
Mi mente ocupada
en cuál será
el siguiente torpe movimiento
de mi mano,
que al ir navegando por mi pierna
haga un salto doble
y acabe desplomándose
en la tuya.
Para quedar
como dos cuerpos
postrados en un colchón.
Entrelazados.
Esa es la palabra
que busco
y que ya no me deja en paz.
Ocupados viendo
nubes de amor frente a nosotros.
Ahora mi mano,
imán de la tuya,
queriendo ser piel mía
la que es tuya,
acaban estrellándose.
Cualquier pareja de enamorados
quisiera ser nosotros.
Los dedos se conocen
unos a otros:
– no me sueltes –.
Mi palma con la tuya
no dejan ni un haz de luz pasar.
Manos de brújula
con dirección a nosotros:
– no me sueltes –.
Dedos que se comieron
la llave de esta cerradura
después de juntar nuestras manos.
Ahora puedo decirte
lo que pasa por mi cabeza
mientras la película rueda:
“no me sueltes”.