Estar sin estar

Estar sin estar

Maldita terquedad
de querer que seas tú,
cuando podría largarme
y querer a alguien más.

Maldito yo,
por querer ser el primero
en verte amanecer.

Quiero soltarte
como el tren que cambia de vía
para llegar a otra estación.
Quiero ser yo
quien cambie de estación.

Estoy pecando de mentiroso,
como quien jura
haber visto tus huellas en su cuarto.

¿Nadie sabe acaso
lo bendita que eres?

¿Cuántas veces más
tendré que decirte que me despido,
que me voy…
pero sigo estando?

Sigo diciendo
que algún día despertarás
y mi lado izquierdo
no tendrá la más mínima arruga,
pero sigo tendiendo la cama.

Sigo subastando mi amor
a la primera que me cruce en la esquina,
saliendo del departamento;
pero prefiero tomar
el primer taxi que vea.

Ya no quiero estar presente
en tus momentos…
pero ayer fuimos con tus padres,
y en la foto para enmarcar
yo estaba entre ustedes.

Anoche estuve con otra mujer,
hicimos cosas
que nunca en mi vida
hice contigo:
nos desgarramos la ropa,
acabamos rendidos en el suelo.

Pero eso…
solo fue mi imaginación.

Hoy he vuelto a amanecer
viéndote entre las sábanas,
te ayudé a tender la cama…
y no recuerdo
qué escribí ayer.