Divina poesía

Hay algo tan malo en ti,
que hace tan bien en mi,
que a decir verdad no sé si sea malo,

pero el bien que me hace
no tiene comparación alguna,
ningún mal,
mayor mal,

que el que tú amor me hace
al impactarme con tu cara que despierta,
tu pelo que cubre mi almohada
y tus puntas del pie
que sobresalen del colchón,
tu voz que tatúa mi cerebro,
que me deja marcada cada palabra
que le gritas a los 4 vientos,
que recibo yo por milagro,
que tus labios me regalan
y no solo palabras,
que escurres la miel que yo necesitaba,
me haces sentir como un niño en Santa,
que me elevas como elevamos
la matri aquel día de pasión,
que me volteas la mente
y me llenas de quejas que dejas
cuando suplicas,
cuando cierro tus labios con mis labios,
cuando compartimos y no solo el momento,
la autenticidad que es lo tuyo,
y el solo admirarte que es tan mío,
un mar de rosas en el suelo y un beso por cada latir dentro de mi.

Quédate la mañana,
cuando eres más guapa que cualquiera,
cuando tu piel rima mejor con la mía,
cuando tus ojos sacan los colores de mi que provoco yo en ti,
cuando te encuentro aunque te veo,
sonreímos de complicidad
al perder la cadena,
al encontrar al sol mientras duermes con unas flores en la mano,
que lo dicen todo,
pero a la vez nada,
que mis brazos te cruzan,
que te aprietan,
mis labios que pasean,
que te llenan,
cuando por campos y montes,
te quedan de huella.